sábado, 7 de octubre de 2017

Aquí algunas fotos de Coppelia que no pude insertar en el comentario anterior



Ausencia de excelencia, en Coppelia


El Coppelia reabrió sus puertas, dejando muchas insatisfacciones en su jornada inaugural.

Después de varios meses de intenso trabajo -en aras de rescatar su  esplendor, en saludo al aniversario 150 de recibir Pinar del Río el título de ciudad- la instalación cambió solo su imagen.

A juicio del pueblo, Coppelia precisa mejorar el servicio, porque la experiencia vivida en su reinauguración, no fue la más feliz.

El agua caliente, helado derretido, mesas sucias, dependientes desanimadas…. en fin, un mar de irregularidades que echan por tierra el compromiso público del administrador del centro, Juan Miguel Medina Moreno, quien en entrevista a la prensa aseveró que la intensión del colectivo, una vez culminadas las labores constructivas, era brindar servicios de mayor calidad.

Es verdaderamente lamentable que después de tanto esfuerzo, por parte de las brigadas a cargo de la reparación; después de meses de espera por parte del pueblo y después de una inversión ascendente a dos millones y medio de pesos, en aras de un cambio radical, estemos obligados a tolerar situaciones como estas.

En honor a la verdad, la administración en Coppelia perdió la oportunidad -en meses- de establecer garantías y de adiestrar mejor a sus empleados a fin de lograr una reinauguración de lujo, como la que el pueblo esperaba.

Los testimonios de quienes vivieron la primera experiencia después de los cambios, confirman que ahora Coppelia está obligada a asumir cambios más allá de lo estructural, en beneficio de un servicio de probada calidad.

viernes, 6 de octubre de 2017

Accidentes: ni tan inevitables, ni tan accidentales

Los accidentes constituyen, en nuestro país, la primera causa de muerte entre las edades de 1 a 49 años y ocupan el cuarto lugar en las estadísticas generales de mortalidad.

Por lo general, el error humano está presente en la mayoría de ellos y se considera que 9 de cada 10 son evitables. Estos hechos -además de producir una alta morbilidad y mortalidad- son causa de sufrimiento, pérdidas económicas, costos por la atención médica y días escolares perdidos.

Todo lo anterior indica que se hace indispensable incrementar las acciones preventivo-educativas en la comunidad y que se insista en que no sólo los accidentes del tránsito son los que arrojan esas cifras, sino también, los que tienen lugar en el hogar.

Obligados estamos los adultos a tomar precauciones para evitar estos hechos indeseados y que pueden evitarse, en la mayoría de los casos.

Según estadísticas, los sucesos más frecuentes son los accidentes de tránsito, las quemaduras, ahogamiento, el envenenamiento por ingestión de sustancias tóxicas y las caídas.

Toda vez que la vigilancia y atención de los adultos son las más efectivas medidas preventivas, estamos llamados a extremar precauciones, pues nuestros niños son sumamente vulnerables, sobre todo por su falta de noción del peligro.

Es importante recordar que los accidentes son evitables en el 90 por ciento de los casos, por lo que debemos dejar de creer que son producto de la casualidad.

Hace mucho tiempo lo advirtió el Doctor en Ciencias Médicas José Jordán Rodríguez, un pinareño que dedicó más de seis décadas de su vida a la pediatría cubana, “Los accidentes no son tan inevitables ni tan accidentales”. Por tanto, la única forma de prevenirlos es saber cuándo pueden ocurrir, y en consecuencia actuar con precaución.