Una necesidad impostergable que manifiesta la voluntad soberana de todo un pueblo.

Otro momento trascendental e histórico, vive hoy el pueblo cubano. Una vez más somos convocados, por la máxima dirección del país, para juntos decidir el futuro de la nación.
 
Con total responsabilidad los pinareños debaten el Proyecto de Constitución de la República de Cuba, un proceso de renovación de nuestra Carta Magna, ahora con mayor visión de futuro y mucho más avanzado como Ley fundamental del Estado que garantiza los derechos y deberes de los ciudadanos.

Entre los diez puntos clave de la Reforma Constitucional en Cuba, destacan: Cambios en la estructura del Estado, en la institución del matrimonio, ampliación de derechos y garantías, libre disposición de la propiedad, seguridad alimentaria, obligación de proteger a los adultos mayores y personas discapacitadas, además de un Estado comprometido con el circulo infantil de la mujer trabajadora.

El Proyecto, que está hoy en manos del pueblo para una mayor comprensión antes del análisis y debate, reafirma el carácter socialista de nuestro sistema político, económico y social, y el papel rector del Partido Comunista de Cuba. 

Ante este gran reto, nos corresponde estar más preparados en estos temas para poder participar activamente en los debates, que desde el pasado 13 de agosto y hasta el 15 de noviembre, tendrán lugar en diversos escenarios como  comunidades, escuelas, centros de trabajo y organizaciones políticas y de masas. 

Nadie quedará excluido en esta amplia consulta popular y las propuestas que surjan se incorporarán al texto, una vez que concluya el proceso, en el mes de noviembre, según se informó.

La sociedad cubana actual es mucho más culta, diversa y compleja que la de hace medio siglo, cuando fue aprobada en referendo popular la actual Constitución; de ahí el valor del análisis que se hará, para su actualización, hoy con un carácter mucho más inclusivo.
 
Cambiar la Ley suprema para que vaya a la par de los cambios en la nación, es una 
necesidad impostergable que hoy manifiesta la voluntad soberana de todo un pueblo.

“El Circo Por Siempre”, en Pinar del Río

Foto/ Roxana Llamazarez González


Las presentaciones del Circo Nacional de Cuba, en Pinar del Río, concluyeron el pasado lunes en la sala polivalente 19 de Noviembre, escenario principal de un espectáculo integrador, pues sumó esta vez a otras manifestaciones como el ballet, el humor y el teatro.

Aun cuando faltó el gustado acto de magia, la mayoría del público pinareño agradeció la posibilidad de disfrutar, al cierre del verano, de tan singular entretenimiento para pequeños y adultos. 

Residentes en los municipios de Viñales, Sandino, Guane y San Juan y Martínez también pudieron recrearse con el  programa concebido por Circuba, que lleva como nombre: “El Circo Por Siempre”.

Y aunque no podemos dar fe de lo acontecido en esos territorios durante las presentaciones, sí debemos exponer los criterios desfavorables, relacionados con problemas organizativos, específicamente el lunes, durante la última función
En primer lugar, hubo un retraso considerable para abrir las puertas al público, lo que provocó desconcierto e irritación.

Fue esa una noche lluviosa y desde temprano comenzaron a llegar familias con niños pequeños, los que conforman el mayor número de espectadores, en este tipo de presentación.

Como es de suponer, el espacio para protegerse de la lluvia es mínimo en la Sala Polivalente, pero a pesar de los reclamos hechos por muchos padres, para que dejaran pasar a los allí presentes, increíblemente, primó la insensibilidad. 

Las puertas abrieron media hora antes de iniciar la función, esto impidió a muchos disfrutar del espectáculo desde sus inicios.

Por otra parte, la cantidad de entradas vendidas rebasó el límite de la capacidad real de la instalación deportiva. La aglomeración de personas y la impaciencia por alcanzar un asiento, también causó molestias.

No obstante esos muchos inconvenientes, los artistas de Circuba y otros participantes de varias naciones, mostraron derroche de talento y originalidad en el espectáculo “El circo por siempre”.

Situaciones  desfavorables, como las vividas por parte del pueblo pinareño el pasado lunes, no deben repetirse.

Corresponde a la máxima dirección de Artes Escénicas en la provincia establecer un mejor procedimiento en sucesivos eventos de tal magnitud, para garantizar -tanto a grandes y chicos- satisfacción y bienestar.