Sin embargo, un punto es coincidente entre las opiniones;
su probada inteligencia, aún cuando haya convidado a nuestro pueblo a olvidar
el pasado; lo que evidentemente jamás haremos.
A más de cinco décadas de hostilidades, las
evidentes consecuencias de la guerra
fría y los incontables prejuicios del férreo bloqueo, son hechos que no se
borran en un día, más bien perduran en el sentimiento de un pueblo arraigado a
su historia y a un profundo espíritu de nacionalidad.
De que fue simbólica la visita del presidente Obama,
nadie lo duda. Él fue muy enfático, en
su discurso a la sociedad civil cubana, desde el Gran Teatro de La Habana
Alicia Alonso, al decir fragmento de los versos de Martí y al traer a Cuba su
saludo de paz. Nosotros le correspondimos con muestras de respeto y cordialidad.
Para muchos, Barack Obama rompió las reglas
pre-establecidas para una gran personalidad, como lo es un mandatario de una
gran potencia a escala mundial.
Violó el protocolo y fue a degustar la rica comida cubana
a una Paladar; compartió minutos de su apretada agenta con personajes
humorísticos; incluso grabó un fragmento del gustado programa “Vivir del
Cuento”.
Obama junto a la decisión de hacer irreversible la nueva
política de la Casa Blanca hacia Cuba, nos dejó, como ser humano, una grata
impresión, lo cual no se puede negar.
El gobernante norteamericano tuvo también oportunidad para
reunirse con la disidencia a puertas cerradas, aunque ya sabemos que prometió
una buena suma de dinero para actividades en contra de la Revolución.
Quiere decir que Barack Obama tuvo en menos de tres días,
la excelente oportunidad de compartir, conocernos y, parafraseando a Taladrid, de
seguro, sacará sus propias conclusiones.
Por lo pronto, después de su viaje a Argentina, donde no
fue recibido, ni él ni su familia, con tanta afabilidad; deberá continuar creando
condiciones para que se levante el bloqueo económico, comercial y financiero
antes de que abandone su cargo en enero de 2017.
La nueva política de Obama hacia Cuba tiene aspectos
excelentes para nuestro país como el apoyo de amplios sectores de negocios, en
particular en la agricultura y la industria turística, he ahí lo que con gran
juicio debemos asimilar y manejar, en beneficio del pueblo.