jueves, 26 de marzo de 2020

Responsabilidad: Palabra de orden frente a la Covid-19

Transcurren tiempos en los que, como nunca antes, la responsabilidad cobra un valor esencial, porque de ella depende la vida.
Y si alguien cree que exageramos con tal afirmación, solo tiene que buscar las alarmantes cifras que reporta la Organización Mundial de la Salud referentes a la expansión del nuevo coronavirus.
Hasta este 24 de marzo se reportaba su presencia en 194 países y la cifra de más de 16 mil 200 (tas) personas fallecidas, mientras continúa de manera acelerada su propagación.
Por ello afirmamos que si una acción nos es urgente en estos difíciles tiempos, es ese compromiso social, en bien de todos.
Las máximas autoridades han sido claras y con objetiva visión, continúan orientando medidas concretas con el fin de evitar la transmisión de la Covid-19, aun cuando se reportan (este 25 de marzo), en el país, 57 casos positivos.
Mientras en muchos países el debate entre la vida y la muerte es crucial, nosotros mantenemos la fase de Pre-epidemia, en la que se notifican casos confirmados de viajeros o de personas con las que han tenido contacto.
Por ello es imprescindible que seamos responsables y cumplamos con total seriedad las medidas dispuestas para no cometer el error, como lo hicieron otros países, al minimizar y subestimar el problema.
Hoy todos sabemos que el virus circula porque hay circulación de personas, por ello detengámonos, en la medida de lo posible.
Cumplamos con nuestra responsabilidad ciudadana, y no salgamos de casa a menos que nos sea absolutamente necesario.
Las medidas adoptadas de suspensión de clases, de trabajo a distancia y de preservar la salud de los adultos mayores -los más vulnerables- nos indican aislamiento.
Estas no son vacaciones; es tiempo de quedarnos en casa y los padres tienen la obligación de velar por sus hijos, de que no anden en la calle o en el parque, exponiéndose.
Si no somos conscientes de la magnitud del fenómeno y no hacemos lo correcto, entonces de nada vale la consagración de nuestros médicos, enfermeros y demás personal que exponen hasta su propia vida por ganar esta difícil batalla.
Por otra parte, nadie está ajeno a las necesidades alimentarias y de productos de aseo, pero es preciso  ordenar las colas y mantener la distancia establecida de metro y medio. La aglomeración de personas nos expone a un riesgo potencial.
Y aunque las fuerzas del orden público impongan control en cumplimiento a lo orientado, nos debe quedar claro que, como nunca antes, la responsabilidad individual es tan valiosa.
Como expresó nuestro presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez “hoy se requiere del compromiso de las instituciones, la familia y la ciudadanía en general.