jueves, 28 de marzo de 2019

La música, ese necesario alimento para el alma


Afirman los románticos que la música es un alimento para el alma y no carecen de razón. 

A la inmensa mayoría nos provoca bienestar, placer y hay quien la aprovecha para enamorar. Por supuesto, no hay nada mejor para un día de fiesta.

Pero, también es cierto que resulta saludable con un volumen en su justa medida; de lo contrario resulta nociva.

Investigaciones científicas certifican que cuando escuchamos música a elevados decibeles, no podemos percibir siquiera, los propios pensamientos.

Muchos padres sienten preocupación porque sus hijos, no solo la escuchan demasiado alta, sino que andan todo el día con audífonos a tope, lo mismo que en casa, que en plena calle.

Claro, este serio problema no es exclusivo de los adolescentes; otros no tan jóvenes igualmente lo hacen.

Hoy muy a moda están las bocinas portátiles con sonidos estridentes a toda hora, sometiendo a nuestros oídos a un intenso maltrato.

Con el auge de las modernas tecnologías, por más que se diga, por muchas recomendaciones especializadas que se hagan, respecto a lo agresivo que es el ruido, el fenómeno va en ascenso.

De nada vale reiterar que los sonidos fuertes pueden causar alteraciones auditivas y cardiovasculares, además de estrés e irritabilidad.

Vivir rodeados de ruidos y sonidos estridentes es algo que puede, a largo plazo, llegar a perjudicar nuestra salud. Solo que no existen medidas eficaces para sancionar a los inconscientes que tanto daño causan.

Aunque la ley que en Cuba sanciona esas transgresiones existe, es necesario que se aplique como es debido, siempre que la situación lo requiera.

La música, debe constituir alimento para el alma y no podemos admitir que unos pocos la conviertan en instrumento letal.

lunes, 11 de marzo de 2019

Reina el desabastecimiento en los Mercados Agropecuarios Estatales

La inestabilidad en las ofertas de alimentos destinados a la población, aquí en Pinar del Río, es una realidad que abarca el mercado, tanto en divisa, como en moneda nacional.
Por momentos, el ambiente en torno a estos establecimientos se caldea y entonces deducimos que algún producto -de los deficitarios- está a la venta.


El abastecimiento -aunque exiguo- es contexto un tanto regular en la red de tiendas recaudadoras de divisa, pero poco común en los Mercados Agropecuarios Estatales y placitas de la ciudad de Pinar del Río.

Hoy, además del Mercado de La Alameda, con régimen de oferta-demanda y productos de una calidad envidiable, solo el de la Línea -bajo gestión estatal- cuenta con alguna que otra mercancía.
Por su parte los “carretilleros” continúan exhibiendo productos de primera calidad y muy variados, no sabemos de qué manera se las agencian para adquirirlos y mantener estabilidad en las ofertas.

Al menos, en la ciudad pinareña, ese es el panorama en los últimos meses y se precisa un cambio radical, teniendo en cuenta de que no todos disponemos de una economía privilegiada para adquirir viandas, frutas y hortalizas a precios elevados. 

La situación del desabastecimiento en los Mercados Agropecuarios Estatales y placitas requiere de reflexiones juiciosas por parte de los máximos representantes de la Agricultura en la provincia, principales responsables de exigir que se cumplan los compromisos de entrega por parte de los productores.

Además de tener un alto compromiso, junto a otras instituciones como Acopio, de garantizar el abastecimiento de alimentos necesarios, en las diferentes unidades, no solo en el Mercado La Línea, por cierto bien distante para muchos. 

Por nuestra parte continuamos insistiendo en que los mecanismos de comercialización no son los más adecuados, por lo que los máximos responsables deben buscar soluciones para que, el eslabón más débil en esta cadena -el cliente- no siga siendo maltratado.