jueves, 20 de julio de 2017

Cuidemos nuestras playas, en bien futuro

 Inició el período vacacional y muchos son los planes para pasar una buena temporada en familia.

Las opciones no son muchas, pero entre ellas, la playa resulta tentativa, principalmente para los más pequeños de casa.


El sol, la brisa del mar y otros atractivos convidan a hacer hasta lo imposible, por pasar unos días en ese ambiente natural que nos ofrece.

Por lo general, son momentos inolvidables que nos apartan de preocupaciones laborales y de ese bullicio incesante que caracteriza a la ciudad, más, en estos meses de verano.

Sin embargo, no somos todo lo compasivo que debiéramos con ese Entorno que tanto placer nos proporciona. Por lo general la gente opta por olvidar  los envases y todo tipo de residuos en la arena.
Los estragos son incalculables. Envoltorios de comida, botellas de bebidas de vidrio y  plásticas, bolsas de Nylon, tapas de refrescos, cubiertos, latas de bebida, papeles, en fin, desechos que no son más que basura.

Es que, a veces, de manera consciente o inconsciente, olvidamos la responsabilidad que tenemos y olvidamos limpiar nuestro rastro y dejar esos lugares – a donde vamos a disfrutar- igual o mejor que como los encontramos.

Nos cuenta reconocer que son esas pequeñas elecciones las que nos pueden ayudar a generar grandes cambios;  y si nuestra geografía insular nos regala kilómetros de playas, entonces en correspondencia, debíamos cuidarlas.

Por el bien de las futuras generaciones tenemos que  ser respetuosos con nuestro entorno. Las acciones individuales sí producen un impacto sobre la naturaleza porque cada aporte cuenta.
Si los millones de personas que consumen un refresco a orillas de mar, no depositan los residuos en el lugar adecuado, seguiremos llenando nuestro mar de basura.


Es preciso evitar la contaminación y las agresiones a los espacios naturales y estamos llamados a promover cambios positivos en el comportamiento de quienes causan, con su actuar desmedido, la ruina de las playas; esa opción atractiva a dónde llegamos cada verano a vacacionar con nuestra familia.