La solidaridad es un valor esencial que se multiplica en
tiempos difíciles como los vividos en los últimos días, ante la carencia de
combustible.
Las buenas acciones son evidentes en diversos escenarios,
en particular en paradas y puntos de embarque de toda la provincia.
Sin embargo, no todos son tan conscientes. Los hay que
desafían las orientaciones dispuestas y poniendo a prueba la capacidad de
tolerancia del pueblo, juegan a hacerse los indolentes.
Entre estos últimos está el chofer de un camión
perteneciente a Tabacuba, con chapa B 215716, quien, en horas de la mañana del
pasado viernes, se negó a recoger a un grupo de personas que esperaban en la
parada de La Conchita, con la intensión de llegar a la ciudad.
Según varios testigos, el conductor alegó que llevaba
tanques cargados de combustibles y que así no podía trasladar personas, lo que
después se comprobó que no era cierto.
Ante la reacción de la población necesitada y de las
exigencias del inspector de transporte, el resistido chofer de Tabacuba, llamó
a su director, quien -consciente de la situación- le orientó recoger a los que
le fuera posible.
Aun así, persistía en su negativa y a regañadientes
accedió. No obstante dejó ver su prepotencia y mal carácter, al punto de no
parar en todo el trayecto y de llevarlos a todos al mismo destino, en el
Reparto Hermanos Cruz.
Ante situaciones como la descrita en este comentario, el
pueblo se pregunta cómo es posible que existan aún conductores que pretendan
disponer del combustible y vehículos estatales, como si fueran suyos.
A indolentes como este chofer del camión perteneciente a
Tabacuba, con chapa B 215716, debían aplicárseles sanciones severas.