sábado, 7 de octubre de 2017

Ausencia de excelencia, en Coppelia


El Coppelia reabrió sus puertas, dejando muchas insatisfacciones en su jornada inaugural.

Después de varios meses de intenso trabajo -en aras de rescatar su  esplendor, en saludo al aniversario 150 de recibir Pinar del Río el título de ciudad- la instalación cambió solo su imagen.

A juicio del pueblo, Coppelia precisa mejorar el servicio, porque la experiencia vivida en su reinauguración, no fue la más feliz.

El agua caliente, helado derretido, mesas sucias, dependientes desanimadas…. en fin, un mar de irregularidades que echan por tierra el compromiso público del administrador del centro, Juan Miguel Medina Moreno, quien en entrevista a la prensa aseveró que la intensión del colectivo, una vez culminadas las labores constructivas, era brindar servicios de mayor calidad.

Es verdaderamente lamentable que después de tanto esfuerzo, por parte de las brigadas a cargo de la reparación; después de meses de espera por parte del pueblo y después de una inversión ascendente a dos millones y medio de pesos, en aras de un cambio radical, estemos obligados a tolerar situaciones como estas.

En honor a la verdad, la administración en Coppelia perdió la oportunidad -en meses- de establecer garantías y de adiestrar mejor a sus empleados a fin de lograr una reinauguración de lujo, como la que el pueblo esperaba.

Los testimonios de quienes vivieron la primera experiencia después de los cambios, confirman que ahora Coppelia está obligada a asumir cambios más allá de lo estructural, en beneficio de un servicio de probada calidad.

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