martes, 1 de abril de 2014

Por mayor conciencia, este dos de abril

Un niño de características peculiares destaca como referente un día tan significativo en el calendario, como el dedicado a sensibilizar al mayor número de personas en todo el mundo, respecto al trastorno neuro psíquico, conocido como autismo.

A Christopher Esquijarosa Olivera, lo conocí hace apenas unos años, cuando en mis quehaceres reporteriles en el sector educacional, visité por vez primera un aula para niños autistas, en la Escuela Especial Carlos Marx, de la cuidad pinareña, centro de referencia a nivel provincial.

A pesar de su esquivo comportamiento, contrario a pequeños de su edad -exactamente siete años, en 2008- mostraba siempre un rostro sonriente, que variaba solo cuando no encontraba en la mesa de juego la guía telefónica; su objeto de apego.

Aquel proceder de Christopher, la manera en que manifestaba un cambio radical y repentino en su conducta,  me incitó a investigar acerca de la personalidad autista y  mi más fiel esclarecedora fue la máster en educación especial, María Julia Tabares Hernández.

Esta consagrada maestra tuvo a su cargo desde el año 2000, cuando inició este tipo de educación en la provincia pinareña, la responsabilidad de educar a tres niños y orientar a su familia en aras de lograr compensar las áreas afectadas como son la comunicación y lenguaje, la conducta y las relaciones sociales.

Con Christopher vio materializada su obra formativa, cuando logró insertarlo en un centro de la educación general, pero solo por escaso tiempo.

La misión correctiva o educativa integral, como bien quiera llamársele,  está urgida de rebasar los muros de una institución de la enseñanza especial, pero para lograrlo aún falta mucho, comenzando por la adecuada preparación de los docentes para asumir las adecuaciones en los programas de estudio, y luego contribuyendo a que el resto del grupo los acepte.

 Por lo pronto Christopher tendrá que seguir apegado a su juguete favorito…las guías telefónicas, y cada uno de nosotros continuar insistiendo, en donde nos encontremos, para que días como este dos de abril, las personas se sigan concienciando acerca de qué es el autismo.

Hoy la escuela especial Hermanos Saíz, de la ciudad pinareña, es la institución destinada a la formación y preparación para la vida adulta e independiente de los niños autistas.


                    
                                   Christopher, con camiseta amarilla, otros amiguitos y su maestra María Julia.






                             Aquí en compañía de compañeritos de la Escuela  Especial Hermanos Saíz




                                      Christopher con su querida abuelita Miriam Olivera Hernández.






No hay comentarios:

Publicar un comentario