lunes, 11 de junio de 2018

Combatir las ilegalidades; un fin en beneficio social.

Sin disciplina no es posible el éxito de ningún sistema social. Por ello el enfrentamiento al delito, las ilegalidades y las indisciplinas sociales constituye prioridad.

En nuestra provincia, este mal social continúa, a pesar de todas las acciones preventivas que se llevan a cabo.

Entre las manifestaciones más frecuentes destacan: escuchar música a un volumen elevado, los actos de vandalismo contra la telefonía y el transporte público, orinar en la calle, alterar el orden público, fomentar riñas, entre otras conductas negativas que debemos enfrentar y erradicar.

A estas y a muchas otras ilegalidades debemos ponerle fin en aras de una sociedad mejor, pero en ese afán deben ganar mayor protagonismo las organizaciones de masas, en particular, los Comités de Defensa de la Revolución elevando la vigilancia revolucionaria, sobre todo, en el horario nocturno.

Aunque para avanzar, como se precisa, en el enfrentamiento a esas manifestaciones de indisciplina, es preciso el concurso de las autoridades del orden público, y el actuar consciente de todos los ciudadanos.

Lo afirmamos porque el enfrentamiento a las ilegalidades, las indisciplinas y el delito en sentido general, no depende únicamente de la voluntad política y el accionar de las organizaciones responsables de esa labor de enfrentamiento.

Imprescindible es el proceder de cada ciudadano, en el hogar, en los centros de trabajo y en la comunidad, porque el problema tiene diversos orígenes y es innegable.

Por ello, el llamado lo hacemos hoy a la reflexión, para actuar según corresponda a cada cual, porque ponerle fin a esas manifestaciones negativas, en beneficio social, es un compromiso aún pendiente.

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