Ponderar el desempeño de quien dedicó su vida a lo que amó, es un compromiso que casi siempre se materializa tarde y por ende, para muchos carece de auténtico valor.
Pero si “homenaje” es sinónimo de respeto, distinción, cortesía, consideración, afecto y deferencia, bien vale la pena conferírselo a nuestro buen compañero y excelso periodista, Jorge López González.
Próximamente un taller de periodismo digital, que tendrá lugar en la emisora provincial Radio Guamá, llevará su nombre in Memoriam y devendrá enaltecimiento a su talento natural.
Quienes bien lo conocimos, sabemos que fue un eterno insatisfecho con la profesión que lo cautivó y que brillantemente ejerció, por eso evadió siempre cualquier ofrenda, el más simple elogio.
En innumerables ocasiones fue el más audaz crítico y a la vez el oportuno consejero de las nuevas generaciones; a todos nos enmendó errores sin vanagloria, sin lastimar susceptibilidades.
Ante los elogios, como todo reacio al ego, eludía cualquier comentario y un simple gesto evidenciaba su innata modestia.
Ningún rasgo de autosuficiencia mostró, aún cuando en él se patentizaba una autodidacta erudición.
Jorge López González, el profesional del periodismo querido y admirado por sus compañeros y su pueblo no precisa hoy de arrogantes calificativos para definirlo.
A pesar de haber nacido en el seno de una familia acaudalada, el padre médico de reconocido prestigio, su madre Maestra normalista, el oriundo sanjuanero sintió y manifestó hasta su impensada muerte, el valor de la modestia, de la sencillez.
Jorge fue, periodista audaz, incansable investigador, probado compañero y revolucionario íntegro. Aquel espíritu jovial, espontáneo; jamás embargó su compromiso social, su responsabilidad.
Por ello, aún en contra de su voluntad, quienes lo admiramos, consentimos este homenaje; porque mas que merecido es…una deuda de gratitud.
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