“No existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría. Es sólo el arma de una minoría cada vez más exigua, aislada, violenta y soberbia que desprecia el reclamo de las mayorías y no se resigna ante la indoblegable determinación de los cubanos de decidir su propio destino”.
Bruno Rodríguez Parrilla, Canciller cubano.
ONU 13 de nov 2012 2012
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, es el más largo en la historia de la humanidad, es la expresión más elevada de una política cruel e inhumana, carente de legalidad y legitimidad y deliberadamente diseñada para provocar hambre, enfermedades y desesperación en la población cubana. Nada cambió en el transcurso de once gobiernos norteamericanos sucesivos, incluido el de Barack Obama , como no fuera para recrudecer esta política.
El actual Gobierno de Estados Unidos, lejos de poner fin al bloqueo, ha mantenido en vigor las leyes, disposiciones y prácticas que lo sustentan y se continúa reforzando los mecanismos políticos, administrativos y represivos para su instrumentación más eficaz y deliberada.
Desde inicios de la Revolución Cubana, los sucesivos presidentes estadounidenses han llevado a cabo planes de destrucción del proceso social que edificamos.
Los miles de actos agresivos han sido respaldados por legislaciones que, en la gran mayoría de los casos, violan las más elementales normas del respeto mutuo y la convivencia internacional.
Leyes como la Torricelli, firmada por el Presidente George Bush en el año1992; la Helms - Burton aprobada por el presidente William Clinton en 1996, la Ley de ajuste cubano y otras tantas, tienen un Impacto negativo en sectores como la Salud.
El daño causado a Cuba es particularmente cruel en esta esfera, no sólo por sus efectos económicos, sino también por el sufrimiento que ocasiona a los pacientes y sus familiares el no poder contar, en muchas ocasiones, con el medicamento idóneo para la atención de una enfermedad.
El bloqueo incide negativamente en la alimentación y perjudica de manera directa a la población cubana por lo sensible de este tema.
La necesidad de comprar alimentos en mercados lejanos, con el incremento en seguros y fletes que ello entraña, y en condiciones desfavorables, caracterizan los efectos nefastos que impone el bloqueo.
En la educación, una de las principales conquistas de la revolución cubana, los efectos del bloqueo se traducen en carencias diarias que afectan el proceso de aprendizaje, la investigación y el trabajo científico de estudiantes y profesores en general, a pesar de los esfuerzos que realiza nuestro Estado para garantizar a todos la educación.
Resultante de esta política, Cuba permanece sin tener acceso al mercado norteamericano para la compra de insumos escolares y materiales fundamentales para la reparación y mantenimiento de la red escolar.
Ningún bloqueo ha sido tan abarcador y brutal contra un pueblo como el que los Estados Unidos han mantenido contra Cuba.
Ante esta realidad el mundo no ha dejado de oponerse a tan hostil política, así lo muestran los resultados de las votaciones en la ONU que se realizan anualmente desde 1992.
Recientemente 188 países votaron a favor de levantar el bloqueo, solo tres estuvieron en contra y dos se abstuvieron, sin embargo el bloqueo continúa afectando a nuestro país.
