miércoles, 14 de enero de 2015

Longevidad sana y culta

Promover una vejez sana, no es tan solo asegurar la alimentación, servicios de salud, confort habitacional e higiene. Tanto o más importante es una vida útil, productiva e independiente.

Para lograr ese propósito, en febrero del año 2 000, se fundan en Pinar del Río, como en el resto del país, las Cátedras Universitarias del adulto mayor, iniciativa de Fidel, líder histórico de la Revolución.
Este programa de extensión universitaria dirigida a la educación de las personas mayores, convierte a sus participantes en estudiantes universitarios con características diferentes, teniendo en cuenta la edad; pero con potencialidades y conocimientos que los ayuda a vivir en sociedad, evita la depresión y el aislamiento.

En nuestra provincia, un considerable número de personas mayores de 60 años se han graduado en este programa  que hoy cuenta en el país, con alrededor de 560 aulas. En ellas mujeres y hombres asimilan a plenitud los contenidos mediante un proceso comunicativo que permite, a través del dialogo, atender las necesidades y requerimientos tan propio en estas edades, en las que los problemas más frecuentes no solo se deben al envejecimiento biológico, sino también a la inactividad.

La experiencia de las Cátedras universitarias del Adulto Mayor, constituye garantía que permite a la familia y a la comunidad en general enfrentar el fenómeno del envejecimiento desde una perspectiva de esparcimiento y utilidad.

Recordemos que en Cuba el porciento de la población, mayor de 60 años es elevado, lo que nos ubica entre los países más envejecidos de América Latina y para el año 2025 figuraremos entre los más envejecidos del mundo.

La Universidad del Adulto Mayor también garantiza la recreación y el esparcimiento, en sus aulas el adulto mayor tiene la posibilidad de romper con la rutina, reducir el estrés, integrarse socialmente, descubrir sus aptitudes, ejercitar sus habilidades, desarrollar su capacidad creadora, además de contrarrestar hábitos nocivos para su salud física y mental.

En cada municipio de la provincia existen estas cátedras en las que interactúan actores sociales y gestores que desempeñan en la sociedad un rol educativo, por tanto los vínculos entre ellos y los que intentan diseñar espacios para el adulto mayor son indispensables.

La universidad como institución cultural, contribuye a la formación socio-humanista, a la reafirmación de la identidad cultural y nacional, las que demuestran la superioridad de nuestro sistema socialista y estimulan la formación de valores que elevan la calidad de vida de los que conviven en ella, tanto niños, adolescentes, jóvenes, como adultos mayores.

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