Con una cifra de mortalidad infantil de 4, por cada mil nacidos vivo, cerró Pinar del Río el 2011 y se ubica entre las provincias de mejores resultados en ese importante indicador del Programa Materno Infantil.
El empeño y dedicación de médicos y enfermeras, desde la propia atención primaria de salud, unido a estrategias de trabajo efectivas, posibilitaron esa cifra superior a la media nacional de 4,9.
Según las estadísticas sólo Las Tunas y Artemisa superan a Pinar del Río y el municipio de Viñales fue el que se distinguió aquí durante el período al no reportar fallecimiento, ubicándose entre los 17 municipios a nivel de país con similar logro.
Múltiples cuidados reciben las embarazadas e innumerables las atenciones que se les brinda mediante los servicios de Genética de cada área de salud.
Estos resultados que exhibe hoy el país y en particular la provincia pinareña, corroboran la voluntad y decisión política de apoyar ese importante programa, aunque para que el indicador, pueda seguir decreciendo se requiere también, de un mayor compromiso individual y social en la adopción de medidas que conduzcan a embarazos responsables.
Como se conoce, la tasa de mortalidad infantil, que mide el riesgo de morir durante el primer año de vida --el más crítico en la supervivencia de un ser humano--, es expresión de la calidad con que se atiende y protege a la madre y al niño, su salud, su seguridad, educación y socialización.
La cifra de mortalidad infantil que muestra hoy Pinar del Río, de 4 por cada mil nacidos vivos, es la expresión más elocuente del índice de desarrollo humano, que existe en nuestro país.
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